«Dos días ya que por tu causa, Mirta,
contravengo las instrucciones del Señor
y, cualquier tarde de estas, los del hakim me harán prender:
a mí, el más limpio del mercado,
pero que ahora, con la carne
tan magra y viva como siempre,
la miga justa y las especias de Alcira,
echo cada mañana en mis albóndigas
cosa que no debieran llevar, lágrimas.»
Las Albóndigas
Ilustrando la obra de Fernando Quiñones.